Por Rosa María Seimandi
El viernes 25 de febrero, se presentó en Profética Casa de la Cultura el documental de “Sinfonía Inaudible”. Sin duda alguna, es un documental que retrata todo lo que la ciudad de Puebla vive a diario. Juan Manuel Barreda, el director del largometraje, menciona que entre sus objetivos al realizarlo se encuentra el “lograr una intimidad entre el realizador y los sujetos, una cámara omnipresente capaz de verlo todo”.
El documental fue estrenado en el Festival Internacional de Cine de Puebla en octubre 2010, y semanas después en el Festival Internacional de Cine Documental de la ciudad de México. El director comenta que la idea del documental surgió en el 2006, pero no fue hasta el 2008 cuando surgió la convocatoria de apoyo a la producción y post producción de cortometrajes 2008 – 2009, emitida por la Secretaría de Cultura de Puebla y Conaculta. Junto con Ana Mary Ramos, logran terminar la idea de Sinfonía Inaudible, del que el director menciona “es un documental inspirado en las teorías del cine ojo, las sinfonías urbanas de Vertov y Ruttman, para lograr un retrato contemporáneo de la ciudad de Puebla, con todos sus matices”.
En el largometraje sólo se perciben imágenes y sonidos ambientales haciéndolo aún más interesante e original. “No quería un documental en el que las personas hablaran de sus sentimientos o expresaran sus ideas, quería un documental en el que la observación de los hechos, de las acciones diarias de las personas, transmitieran precisamente aquello que quizá ellos ni siquiera saben” expresa Barreda.
Retratar a la sociedad en la que estamos inmersos es lo que nos muestra el documental Sinfonía Inaudible, mediante imágenes y sonidos ambientales en donde el grado iconicidad es alto, logrando impactar y sensibilizar al público; marcando esta dualidad de mundos en los que diariamente vemos y no miramos, en donde olvidamos la otredad actuando con indiferencia y de manera alienada.
El largometraje capta todos los escenarios posibles, en los que se reconocen lo que las personas realizan de forma “rutinaria”, pero con pasión: niños, jóvenes, ancianos, policías, bailarinas, vendedores, monjas, sacerdotes, estudiantes, risas, abrazos, besos, caricias, lágrimas…
En la tragedia del mito de Sísifo encontramos a un individuo que trabaja rutinariamente, subir hasta la cima de la montaña para luego lanzar la roca, Sísifo, no le veía ningún sentido hasta que se hace consciente de lo que hace, deja de ver sombras, anula el pasado para asumir el presente y repensar el trabajo que hace para darle sentido e intención a la vida. Esto último, es lo que el documental representa.
Sinfonía Inaudible logra incidir en la audiencia mediante la excelente fotografía que cautiva momentos y hace reflexionar todo lo que en un día “común” sucede, desde varios ámbitos. Si nos detuviéramos un momento para pensar en cuántas actividades el ser humano realiza para que toda una sociedad funcione, y tomando en cuanto el principio y fundamento que tiene, nos daríamos cuenta de la grandeza que el individuo tiene junto con la de los demás, sin recurrir a la violencia, sólo compartiendo y disfrutando de lo que cada día se tiene.
Es por eso que Sinfonía Inaudible tiene “la intención de mostrar lo que es imperceptible a nosotros. Volver lo inaudible audible y lo invisible visible” como lo expresa el director del documental, Juan Manuel Barreda.
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